En silencio

Mi voz se secó un día
como la flor que fue,
y desde entonces
sólo escribo en silencio.

Mis pies se lavan aquí
en la laguna de la nada,
nadie me sabe decir
por qué.

Cambio de estación,
aquí no hay trenes ni sueño,
ya no quedan fábulas,
ya no corre el viento.

Abro una ilusión,
cavo un agujero en el cielo,
y sin saberlo
estoy volviendo.

Tu voz se secó un día,
como el mar que nunca fue,
y desde entonces
todo el silencio.

Tus manos hablan de mí,
de los veranos etéreos,
la melancolía queda
demasiado lejos.

Y entonces
te veo mejor,
tus besos que saben
del olvido.

Ya no hay pretextos
ni cielo austral
al que curar
heridas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

2 de abril

Mar

Inocencia